¿Porqué insonorizar para evitar ruidos?
Como ya se ha explicado anteriormente, el ruido además de su componente física incluye una componente subjetiva que es la molestia que provoca y por ello es necesario insonorizar los espacios.
Si a nadie le molestase el ruido, a parte de los efectos nocivos que tiene para la salud, no haría falta la insonoriación de locales, discotecas, el aislamiento acústico de restaurantes y salas de fiestas, la insonorización de oficinas viviendas…
En determinadas situaciones estas molestias son más que evidentes ya que pueden provocar daños físicos evaluables. La subjetividad inherente a la molestia provocada por el ruido introduce una gran complejidad en su evaluación aunque no por ello entra en conflicto con el análisis científico si se tienen en cuenta los factores que influyen en ella y se cuantifican usando determinados índices de medida.
Factores que influyen en la percepción del ruido
Estos factores son:
Energía sonora: Cuanta más energía posea un sonido, más molestia provoca y mayor es la necesidad de insonorización. Se mide con el “Nivel de presión sonora”.
Tiempo de exposición: A iguales niveles de ruido, la molestia aumenta con el tiempo que dura la exposición (a mayor duración, mayor molestia).
Características del sonido: Las características de la componente física del ruido (el sonido) determinan la molestia que provoca (espectro de frecuencias, ritmo, etc.).
Sensibilidad individual: Determina diferentes personas sientan grados diferentes de molestia frente al mismo ruido. Influida por factores físicos, culturales, sociales, etc.
Actividad del receptor: A diferentes horas del día y según la actividad que se realice y el nivel de concentración que requiera, un mismo ruido puede provocar diferentes grados de molestia.
Expectativas y calidad de vida: Componente muy difícil de evaluar. Por ejemplo, en la segunda vivienda, que suele ser considerada como un espacio para el ocio y el descanso, las exigencias de calidad ambiental son más altas y los ruidos provocan más quejas por tanto tendremos que tener especial cuidado con la insonorización.
Lo mismo ocurre en espacios protegidos en los que la insonorización acústica es necesaria para cumplir con ciertas normas o leyes.
Estos factores y su difícil evaluación provocan que no exista actualmente unanimidad de criterios en cuanto a la validez de los indicadores de ruido utilizados, cuestión que está en continuo debate y revisión.
Según un estudio realizado en España en el año 2006 la población está dispuesta a incre- mentar el coste de su vivienda, pagar más impuestos o aumentar el recorrido de su vivienda al trabajo con el fin de conseguir ambientes más silenciosos. Igualmente considera necesaria la actuación e inversión de entidades públicas y corporaciones locales para reducir la contaminación acústica.
Es un deber particular de aquellos propietarios de negocios que emiten ruido insonorizar adecuadamente sus locales y llevar a rajatabla todas las medidas oportunas para la insonorización de sus locales oficinas, viviendas, edificios…